martes, 17 de febrero de 2009

Dejar de sentir tu aroma

En este momento, quizás la peor tortura, sea sentir ese aroma tuyo en cualquier parte. Ese aroma que me toma por sorpresa y me impide la reacción, el pensamiento, el habla, y a veces hasta la respiración. Ese aroma, maldito aroma, que me llenó de alegría, que me llena de recuerdos, que me llena de tristeza. Me relaja, y a la vez, me pone tieso, duro. No sé de donde es que viene, quizás de mi inconsciente, tal vez. Alguien me dijo alguna vez:
"Los deja vus son algo así como el recuerdo de algo de cuando todavía no teníamos capacidad de pensar a través de los sentidos. Y, aunque no nos guste, muchas veces escuchamos o vemos u olemos o sentimos lo que está en nuestro inconciente."
No sé si serán deja vus, o que me estoy volviendo más loco de lo normal. Lo que sé, o por lo menos creo saber, es qué olvidarme de vos, y de tu olor, sacarte de mi inconsciente, va a ser tarea más que difícil, casi imposible. Por ahora me conformaría con dejar de sentir tu aroma en cualquier parte.

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